Diario de nuestra vuelta al mundo. Día 25

Despistados y despistadas; rezagados y rezagadas:
Os recuerdo que mañana viernes, a las 12:00 se cierra el plazo para responder a las preguntas de la Etapa 5


¡Todo el mundo a bordo!  Comenzamos una larga aventura marina sólo apta para personas que no tengan miedo a nada.  Nuestras primeras millas náuticas van a hacer que nos enfrentemos con uno de los hitos de la navegación: cruzar el Cabo de Hornos.

Cuando Julio Verne escribió su novela El Faro del Fin del Mundo, la única manera que tenían los barcos de cruzar entre el océano Atlántico,  que baña la isla desde la que partimos, y el Pacífico, hacia el que nos dirigimos, era bordeando el Cabo de Hornos.  Los vientos huracanados y las fuertes corrientes marinas de esa zona consiguen formar olas tan grandes que pueden poner en peligro la navegación de cualquier barco, sea cual sea su tamaño y construcción.  Para muestra un vídeo de la Volvo Ocean Race 2011-2012 con la tripulación del barco español "Telefónica" en apuros al ser barridos por las olas en aquella zona.


Se dice que los pendientes en forma de aro eran un símbolo utilizado por los marinos para hacer saber que habían atravesado uno de los cabos más peligrosos del planeta: el cabo de Hornos. Según la antigua tradición marinera, los navegantes que han conseguido superarlo navegando a vela, se ponían un pendiente con forma de anilla en la oreja izquierda.

Para saber más sobre el Cabo de Hornos, os dejamos este interesante vídeo-reportaje de la Volvo Ocean Race de este año:




Y, por si queréis todavía más, un artículo publicado en el ABC digital el 16/01/2018 titulado:



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