Hoy, 1 de junio de 2018, inauguramos el nombre del gimnasio y la placa identificativa que para tal fin hemos realizado. El nombre que hemos escogido es el de Patricia Camino Terán que fue concejala de educación de este Ayuntamiento desde el curso escolar 2015-2016, dejando tras de sí un sello de identidad que queremos recordar.
El Claustro de profesores y el Consejo Escolar tomó esta decisión por unanimidad para reconocer públicamente el compromiso, espíritu emprendedor, coherencia y contribución positiva de Patricia Camino a la gestión educativa de nuestro municipio, creyéndose el valor de la escuela y la educación. Su carácter dialogante y pacificador sirvió para resolver conflictos y choques de intereses, en los que ella se caracterizaba por ser buena mediadora; su sonrisa, su entusiasmo y su disponibilidad hacían sencillo hablar y trabajar con ella. Por todo ello, se ganó el reconocimiento de todos los centros educativos de la localidad.
No podemos olvidar tampoco el tiempo que, igualmente como familia de esta escuela, colaboró junto con el profesorado en la dinámica del centro proponiendo iniciativas diversas y más tarde, desde el cargo de concejala, siguió manteniendo la cercanía y el cariño hacia nuestro centro, apoyándonos en las necesidades que le planteábamos.Por tanto, es de merecer que recordemos su nombre y su talante personal y político.
No es la primera vez que se realizan cambios en la nomenclatura de nuestro colegio. En 1984, se cambió el nombre de XXV Años de Paz por el de Miguel Hernández, pues era tiempo de nuevos valores sociales y democráticos. El orgullo de llevar el nombre de Miguel Hernández, como poeta defensor de la libertad, la justicia social y la cultura nos anima a seguir esta línea de transformación de nuestro entorno, para poner rostro y nombre a las personas que contribuyen al desarrollo social y cultural de nuestro municipio.
Visibilizar el papel de la mujer en la sociedad, reconociéndole su potencial y la importancia de sus acciones para construir a una sociedad más justa forma parte del derecho a la igualdad.
Los referentes femeninos en nuestras calles y espacios públicos es escaso, a pesar de que ha habido mujeres importantes en la historia que han contribuido al avance y progreso de la sociedad, mujeres que de no ser nombradas se convierten en olvidadas e ignoradas. Del callejero de Castro Urdiales, sólo el 19% nombra a mujeres, siendo casi la mitad nombres religiosos; respecto a edificios públicos solo uno hace referencia a una mujer y dos son nombres genéricos femeninos. Es importante cambiar esta realidad y que la igualdad también llegue a las calles y espacios públicos de nuestra ciudad. Por este motivo, no queremos que el nombre de la concejala de educación Patricia Camino Terán caiga en el olvido institucional ni social.
Al final de la canción “Los girasoles” de la cantante Rozalen podemos escuchar la siguiente reflexión de José Múgica:
“El progreso de la condición humana requiere inapelablemente que exista gente que se sienta en el fondo feliz en gastar su vida al servicio del progreso humano”. Esta reflexión nos evoca ineludiblemente a la persona de Patricia Camino Terán por su calidez y compromiso personal y social.
El Claustro de profesores y el Consejo Escolar tomó esta decisión por unanimidad para reconocer públicamente el compromiso, espíritu emprendedor, coherencia y contribución positiva de Patricia Camino a la gestión educativa de nuestro municipio, creyéndose el valor de la escuela y la educación. Su carácter dialogante y pacificador sirvió para resolver conflictos y choques de intereses, en los que ella se caracterizaba por ser buena mediadora; su sonrisa, su entusiasmo y su disponibilidad hacían sencillo hablar y trabajar con ella. Por todo ello, se ganó el reconocimiento de todos los centros educativos de la localidad.
No podemos olvidar tampoco el tiempo que, igualmente como familia de esta escuela, colaboró junto con el profesorado en la dinámica del centro proponiendo iniciativas diversas y más tarde, desde el cargo de concejala, siguió manteniendo la cercanía y el cariño hacia nuestro centro, apoyándonos en las necesidades que le planteábamos.Por tanto, es de merecer que recordemos su nombre y su talante personal y político.
No es la primera vez que se realizan cambios en la nomenclatura de nuestro colegio. En 1984, se cambió el nombre de XXV Años de Paz por el de Miguel Hernández, pues era tiempo de nuevos valores sociales y democráticos. El orgullo de llevar el nombre de Miguel Hernández, como poeta defensor de la libertad, la justicia social y la cultura nos anima a seguir esta línea de transformación de nuestro entorno, para poner rostro y nombre a las personas que contribuyen al desarrollo social y cultural de nuestro municipio.
Visibilizar el papel de la mujer en la sociedad, reconociéndole su potencial y la importancia de sus acciones para construir a una sociedad más justa forma parte del derecho a la igualdad.
Los referentes femeninos en nuestras calles y espacios públicos es escaso, a pesar de que ha habido mujeres importantes en la historia que han contribuido al avance y progreso de la sociedad, mujeres que de no ser nombradas se convierten en olvidadas e ignoradas. Del callejero de Castro Urdiales, sólo el 19% nombra a mujeres, siendo casi la mitad nombres religiosos; respecto a edificios públicos solo uno hace referencia a una mujer y dos son nombres genéricos femeninos. Es importante cambiar esta realidad y que la igualdad también llegue a las calles y espacios públicos de nuestra ciudad. Por este motivo, no queremos que el nombre de la concejala de educación Patricia Camino Terán caiga en el olvido institucional ni social.
Al final de la canción “Los girasoles” de la cantante Rozalen podemos escuchar la siguiente reflexión de José Múgica:
“El progreso de la condición humana requiere inapelablemente que exista gente que se sienta en el fondo feliz en gastar su vida al servicio del progreso humano”. Esta reflexión nos evoca ineludiblemente a la persona de Patricia Camino Terán por su calidez y compromiso personal y social.
1 comentario:
Hola, buenos días
No quería que acabara el curso sin agradecer desde lo más profundo de mi alma el homenaje que hicisteis a Patricia. Su sencillez y calor y las certeras palabras que definían su forma de ser en la vida en general y la política en particular siempre estarán en mi corazón.
Quiero hacer extensible a toda la comunidad educativa del Miguel Hernández, desde el personal no docente, madres y padres hasta profesorado y equipo directivo mi más profunda gratitud que deseo les trasladéis de mi parte.
Siempre estará conmigo tanto mi compañera Patricia como el emotivo homenaje que entre todos construisteis.
Eternamente agradecido:
Alejandro Monteoliva
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